RobAlonso

Robert Alonso · @RobAlonso

14th Oct 2015 from TwitLonger

CARTA ABIERTA A MI HERMANA MARÍA CONCHITA ALONSO


María Conchita

Te escribo esta carta con el dolor de mi alma, no por ti, sino por la gente que nos sigue y, en gran medida, por mis hijos y nietos. Aguanté muchísimo a la espera que la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ entendiera que una cosa es la política y otra, muy distinta, la vida privadada y los problemas personales de los seres humanos involucrados en la política o, en mi caso, en la lucha por la libertad de todo un pueblo.

Cada vez que increpo a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ para que responda preguntas netamente políticas, ella me sale, acusándome de ser un mal hijo y un mal hermano, porque no le hablo ni a ti ni a nuestra madre. En Venezuela muchos le podrían decir: “qué tendrán que ver las pestañas con los pelos de allá abajo…!” Ella, evidentemente no sabe de eso, tal vez por su escaso roce social o porque en su casa no le dieron la debida educación.

Sí me ha extrañado muchísimo que tú no le hayas dado un parado a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ y le hayas pedido que dejara nuestros problemas familiares a un lado, primoridalmente, porque a quien menos le conviene que yo explique el génesis de esos problemas es a ti.

En la manaña de hoy, recibí un twitter de la cuenta del Sr. Ulf Erlingsson, el máximo líder de ustedes en la OLV, rebotando lo que tú escribiste. Textualmente dice así: “Triste tener la misma sangre de un enfermo que acosa a la OLV de comunistas, Ja! Se imaginan? Yo comunista! La envida y los celos se lo comen lentamente… pobre”.

Por qué acuso a la OLV de comunista. En primer lugar, porque ya cumplí 43 años en el medio de la guerra contra el comunismo internacional. Hasta el día de hoy, no me he equivocado cada vez que he acusado a alguien de traidor, de comunista… o de IMBÉCIL. Al final del día, siempre he demostrado estar en lo correcto y no solamente en lo que a la lucha contra los Hnos. Castro se refiere, también en cuanto a nuestras relaciones familiares se refiere… como dejaré plasmado, más adelante, en esta carta.

La OLV está compuesta de CINCO INDIVIDUOS. Son cinco… no son más. Voy a relacionar a esos cinco:

Ulf Erlingsson (fundador y máximo líder del “movimiento”)
Carmen Cecilia Pérez Santander
Ana Mercedes Díaz
General Ángel Vivas
María Conchita Alonso

De esos cinco individuos, TRES, es decir: el 60%, han mostrado su “oreja ñángara”, como solíamos decir de aquellos que mostraban tener un corazoncito un poquito rojo… que no se destapaban abiertamente, pero que en el fondo lanzaban puyas.

Vamos a ver. El Sr. Ulf Erlingsson ha dicho que el capitalismo explota a las masas en EE.UU. Le hemos pedido muchas veces por la vía pública del Twitter y lejos de contestarme me ha bloqueado. No ha habido forma ni manera que él responda si lo que aparece publicado en un blog de su hermana, fue dicho por él o no.

Ulf Erlingsson se vende como miembro del “ala progresista” del Partido Demócrata norteamericano. Tal vez la mayoría de los venezolanos no tengan claro qué significa el “progresismo”. Muchos piensan que se trata de generar progreso en un determinado país, pero NO ES ASÍ. Los que medio-saben, saben que el progresismo es una pantalla del comunismo internacional, del fabianismo… propiamente dicho.

No todos los que pululan en el “ala progresista” del Partido Demócrata norteamericano son comunistas, pero todos los comunistas pululan en el “ala progresista” del Partido Demócrata norteamericano. Para ser total y absolutamente exacto. He publicado muchos videos sobre el fulano “progresismo”, tal vez tú no lo has visto… es posible.

Ahora bien. Para ser comunista, al menos en EE.UU. (país donde vivimos la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ, el Sr. Ulf Erlingsson, la Sra. Carmen Cecilia Pérez Santander, tú y yo), hay que ser, primero: liberal. Lo mismo: no todos los liberales en EE.UU. son comunistas, pero – podríamos decir – que todos los comunistas son liberales… en EE.UU. Es de hacer notar que en EE.UU. el concepto de “liberal” es diametralmente diferente al concepto de “liberal” en Venezuela y en Europa. Los liberales en Venezuela pudieran ser considerados los conservadores en EE.UU.

Cuando uno comienza a juntar todos esos elementos políticos en torno al Sr. Urlf Erlingsson como el “progresismo”, el “liberalismo” y le añade el ingrediente en el cual él asevera que en EE.UU., el capitalismo explota a las masas… uno comienza a parar la oreja, a pensar un poquito mal. No es que el “picado” de culebra le tiene miedo al bejuco, es que ya uno ha recibido demasiados palos de individuos que se hacían pasar por anti-comunistas y resultaron ser más marxistas que Marx. Ahí tenemos, sin irnos muy lejos, al Dr. Herman Escarrá, del cual hablaré un poco más adelante.

La sociedad norteamericana, generalizando, se podría dividir en dos grupos, los conservadores y los liberales. Yo, como bien sabes, soy conservador. Es cierto, soy HIPER CONSERVADOR… a veces me paso de maraca. Tú, por el contrario, eres liberal y así lo has declarado públicamente, como en el prestigioso canal de Fox, por ejemplo. En muchas cosas eres HIPER LIBERAL… y a veces, hay que estar claros, te pasas un poco de maraca. Ya por ahí, somo aceite y vinagre. No podemos congeniar, por más que seamos hermanos, hijos del mismo padre y la misma madre.

Vamos a entrar en materia. Para el Sr. Ulf Erlingsson… si es que lo publicado en la http://propaganda.lege.net/quadrant/, los conservadores son aquellos que se niegan a cambiar el orden actual. Bueno… está más o menos en lo cierto, aunque no del todo. Los conservadores creemos en la mejoría del sistema. Creemos que en EE.UU. rige el mejor sistema del mundo, pero que ese sistema es perfectible. No queremos cambiar el sistema republicano, capitalista por un socialista o un comunismo, por ejemplo. Pero el Sr. Ulf Erlingsson alega que en EE.UU., ese sistema que tenemos (un sistema republicano bajo el capitalismo), significa una tremenda brecha entre ricos y pobres. Da a entender el Sr. Ulf Erlingsson que, esa brecha se produce, debido a la explotación que ejerce el capitalismo sobre las masas. Incongruentemente, el Sr. Ulf Erlingsson culmina su exposición asegurando que es obvio, según él, que la mayoría de nosotros somos moralmente conservadores… pero socialmente progresista.

Claro, tú eras muy joven y, además, nunca la política te llamó la más mínima atención, pero ese discurso, ese léxico que acabo de plasmar en el párrafo de arriba, es el discurso y el léxico de los comunistas trasnochados de los años 60. Típico. De ahí que he intentado que el Sr. Ulf Erlingsson se extienda en sus apreciaciones sobre el capitalismo, para llegar a conclusiones más profundas. Sí te pregunté una vez, públicamente, si tú compartías esas apreciaciones del Sr. Ulf Elringsson, pero jamás me respondiste.

Por tales motivos, y a pesar de que el Sr. Ulf Erlingsson se vende como ANTI-comunista en sus videos, para mí que tengo 43 años de experiencia en estas guarandingas, está – por lo menos – bajo sospecha. Es por eso que lo he invitado a que amplíe sus conceptos, pero no he podido recibir de él una respuesta. Solamente me responde que yo no pasé las Navidades con mi madre y que no te hablo, y como muestra, publicó una foto donde sale él con mi nuestra madre y a tu lado.

En cuanto a la Sra. Carmen Cecilia Pérez Santander. No hay mucho que decir de esta señora. Ella en algún momento me indicó que nació en Cuba pero que se crió en Venezuela, en la ciudad de Valencia. Vive en Nueva York y formó un tinglado de TRES PERSONAS (incluyéndola a ella) con la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ. En la única entrevista que le hicieron en Miami, en el programa “Nicaragua y su Verdad”, conducido por el líder de la Contra nicaragüense, Marlon Gutiérrez, se mostró en desacuerdo con las sugerencias que hiciera en congresista (conservador) federal Connie Mack, en cuanto a que Venezuela debería ser incluida en la lista de los países que apoyan el terrorismo y que se le debía imponer un embargo comercial.

Pero la Sra. Carmen Cecilia Pérez Santander fue más allá… mucho más allá. Le aseguró al Comandante Marlon Gutiérrez que todos los males de Cuba se lo debían al “bloqueo”. Por cierto, “bloqueo” es como los Castro le llaman al “embargo”. No es un “bloqueo” es un “embargo”. El bloqueo a Cuba dejó de existir hace muchas décadas, fue propuesto por Rómulo Betancourt a raíz de la invasión de Machurucuto, en mayo de 1987, cuando Fidel Castro envió un pequeño contingente de hombres y armamento para sumarse a las guerrillas en Venezuela. Al final de la historia, el bloqueo se convirtió en sal y agua y hoy casi nadie se acuerda de él o, incluso, tiene conocimientos de que una vez se implementó..

Sobre la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ tenemos bastante que decir, pero tal vez lo más importante sea que una vez nos convocó a Orlando Urdaneta y a mí, para presentarnos a un cubano llamado Armando Loo, a quien le llamaban “El Chino”. Lo que este chino-cubano quería era bajarnos el volúmen a nuestras denuncias en contra de los conchupantes, específicamente en contra de Herman Escarrá. Me sentí insultado por la propuesta, me levanté y me fui. Dejé de hablar con la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ por varios años. Por cierto, entre el año 2004 y ese incidente con “El Chino”, tenía una relaciones amistosa con ella.

De igual manera, he tratado que la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ responda a una serie de preguntas relacionadas con su PROCEDER POLÍTICO y no ha sido posible recibir de ella otra respuesta que no sea la que no le hablo a mi madre ni a mi hermana. Es decir, ella se defiende atacándome en el plano personal, familiar… en lugar de responder las preguntas que en el plano político yo le he hecho.

De dónde salió ese “chino”? Por qué tenía un cubano (quien posiblemente jamás ha puesto sus pies en Venezuela… como jamás ha pisado el Sr. Erlingsson tierra venezolana) que ofrecerme un “financiamiento” si dejaba de atacar a la falsa oposición y específicamente a Herman Escarrá? También le he preguntado a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ si ella comparte las apreciaciones políticas sobre el “progresismo” y el capitalismo con su nuevo mentor y líder, el Sr. Ulf Erlingsson. Jamás me ha respondido.

Por supuesto que sé que tú, María Conchita, no eres comunista. De hecho, no lo eres porque has escuchado que tuvimos que abandonar nuestra patria por causa del comunismo, pero si eso no hubiese sido así, nada de raro tuviera que hoy fueses comunista… o “progresista”. Ya eres liberal. De ser liberal a ser comunista pudieras no tener que dar un salto tan grande. De hecho, no es extraño que actores y actrices, cantantes y demás artistas, en EE.UU., no fuesen – por lo menos – liberales radicales. Tú, en cierta forma, ya lo eres y hace tiempo.

Pero no: comunista no eres. Posiblemente tampoco sepas qué es ser comunista ni qué cosa es el comunismo. No te ha interesado nunca esas cosas “tan fastidiosas”.

Ahora… sí te he reclamado el estar asociada, ÍNTIMAMENTE, con personas que pudieran ser comunistas. Como diría nuestra abuela Carmelina (Cameñiña), QEPD: “dime con quién andas… y te diré quién eres”. A ti, también, te he preguntado públicamente si compartes las apreciaciones del Sr. Ulf Erlingsson con respecto al “progresismo” y al capitalismo. Por supuesto, no me has respondido.

Pienso que todo lo dicho arriba deja claro mi posición en cuanto al ámbito político. Ahora quiero tocar el tema personal, aunque digan que quien le pegue a la familia se arruina. Como ya sabes, nuestra familia se arruinó hace muchísimos años, lamentablemente, porque parecía ser una familia modelo, centrada en la moralidad y las buenas costumbres… hasta que llegó la tormenta.

Casi estoy seguro que tú a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ no le has echado el cuento como es, ni la has corregido… a ella y a unos cuantos que se dicen miembros de la OLV. Por ejemplo, la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ alega que yo tuve un accidente en un helicóptero durante la Guerra de Las Malvinas y fue ahí donde me fracturé el cráneo que provocó mi locura. Es evidente que no le has preguntado de dónde sacó ella tal versión… y que no le has dicho que tal cosa es total y absolutamente incierta.

Es muy probable que esté loco, eso no lo voy a negar en esta carta, pero – en todo caso – mi locura es ANTERIOR a la Guerra de las Malvinas. La Guerra de las Malvinas se llevó a cabo entre abril y junio de 1982. Nosotros comenzamos a tener serios problemas familiares (tú y yo) desde 1974, es decir: 8 años antes y con mi madre, desde 1979, fecha en que nuestros padres se divorciaron. Así que no fue, en todo caso, el accidente que menciona la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ el motivo de mi locura, aunque sería interesante saber de dónde sacó esa señora tal historia.

Si la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ va a persistir en responderme con ataques personales, es bueno que ella sepa por qué no te hablo y por qué no le hablo a mi madre. Muchos de los eventos que hoy te recordaré, no lo saben mis hijos – tus sobrinos – y menos mis nietos, sobre todo Santi, el mayor, que a sus 10 años ya está incursionando en Twitter, porque salió con la vena política.

Estoy seguro que no le has dicho a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ que la primera vez que tuvimos un fuerte encontronazo fue en el año 1974, cuando en compañía de una compañera del Miss Venezuela, quien luego llegó a ser muy famosa, fuiste detenida en la Av. Andrés Bello por comprar droga a un policía encubierto. Hacía un año que pertenecía a la DEA, de hecho, me uní a ese organismo apenas se fundó en 1973. Todos mis compañeros sabían quien eras tú y que mi hermanita (cinco años menor que yo), era una de las candidatas del Miss Venezuela.

Cuando fuiste detenida, junto a tu compañera, recibí una llamada avisándome del hecho. Como en Venezuela, quien tiene padrino se bautiza, fungí de padrino y logré que no se produjera el escándalo, pero – como recordarás – sí se los participe a nuestros padres. Ahí se produjo nuestro primer rompimiento serio, porque me llamaste “sapo”, un vocablo bien fuerte para una niña de 19 años. Tal vez hubiera sido preferible no decirles nada a nuestros padres, porque el dolor que le ocasioné con la noticia fue demasiado grande, demasiado desgarrador. Ninguno de nosotros en nuestra familia jamás pudo imaginarse que nuestra niña pudiera estar metida en droga, luego de haber pasado hasta por un pensionado de monjas en Suiza, donde se suponía que aprenderías moralidad y la mejor educación que el dinero pudiera comprar. Para nuestro padre fue el principio del fin. Tal vez jamás lo pudo superar.

Me acababa de casar entonces y ya no vivía en nuestra casa de El Bosque. La vida siguió. No fue un rompimiento total, pero ya nuestra hermosa relación de hermanos, aquella que se fortaleció cuando estudiábamos juntos en el pueblo de Deer Park, en el Estado de Washington y me tocó hacer el papel de padre, había quedado atrás. Tú llevabas tu vida y yo la mía. Nos veíamos muy poco, sobre todo en fiestas familiares. Nuestro trato era distante.

En el año 1975, por ahí… se produjo el divorcio de nuestros padres. Satanás se hizo presente en la figura de una señora, allegada a la familia, a quien mi padre luego le puso el apodo de “La Bruja”, porque los embrujó a todos… menos a mí.

Es muy probable que no le has hablado a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ sobre “La Bruja”.

Un día entré en la oficina de mi padre y le dije que “esa señora” iba a destruir nuestra familia. Fue la primera vez que alguien me acusó de loco. Tal vez ya lo estaba… un poquito. Pues la destruyó. La destruyó totalmente.

Un matrimonio de más de 30 años, de la noche a la mañana se convirtió en sal y agua. Una vez más el escándalo invadió nuestras vidas. Yo tomé el lado de mi padre, nuestro hermano se mantuvo neutro y tú y mi madre se enlistaron en el infierno, al lado de “esa señora”, que ya – para entonces – nuestro padre le llamaba “La Bruja”.

Durante AÑOS estuve luchando en contra de “La Bruja”, hasta que un buen día, como por arte de magia, se convirtió en la peor enemiga de nuestra madre… y, por rebote, tuya. Mientras esa magia duró, no te volví a ver, como no volví a ver a nuestra madre, quien para entonces ya era como tu “compinche”, te lo alcahuetaba todo… y más.

Estoy total y absolutamente seguro que no le has contado a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ cómo, bajo la influencia de “La Bruja” y, quién sabe si otros elementos, le enviaste una carta a nuestro padre cargada de tanto horror, que al recibirla de manos del motorizado de “esa señora”, luego de leerla y de dejarla sobre la mesa donde estábamos almorzando, subió a su cuarto a meterse un tiro en la boca. Gracias a mi intuición, logré entrar al cuarto y arrebatarle la pistola, no pudiendo evitar que un tiro se escapara y se alojara en el techo sobre su cama, donde se quedó – como recordatorio – hasta que se mudó de esa casa, años después.

Estoy seguro que no le has contado TODO lo referente a la fulana “Bruja”, una mujer que sabía “colarse”, quien tenía de cliente, entre otros, al Ministro José Manzo González, a quien engatuzó para que me secuestrara la “Manzopol” (la policía personal que tenía en el Ministerio de Justicia), famosa por desaparecer a la gente en los llamados “Pozos de La Muerte”.

En un principio nuestra madre negó que conocía las intenciones de “La Bruja”, pero con el pasar los años – cuando el embrujo de “La Bruja” dejó de tener efectividad - aceptó que lo sabía todo.

Cuando Chávez llegó al poder, “La Bruja” saltó la talanquera y comenzó a hacer negocio con los chavistas, hasta el punto que el 90% de sus clientes eran afectos al régimen de los Castro en Venezuela… nuestra madre jamás vio nada extraño en la actitud de su admirada amiga. Tal vez por eso, en parte, no tengas prurito alguno en tomarte fotos junto a comunistas y traidores.

Estoy seguro que no le has contado a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ qué pasó en el año 1979 y cómo destruiste, entonces, parte de nuestra familia original. Una vez más caíste detenida por comprar droga, solo que esta vez la droga era más fuerte y ya no estabas en Venezuela, bajo mi protección. Le volviste a comprar estupefacientes a un policía encubierto… o a un vivo que, en combinación con la policía, te “montó en la olla”. Sucedió en la República Dominicana, cuando fuiste a filmar con Orlando Urdaneta una película (para muchos pornográfica) titulada “Savana – Sesso e Diamanti”, muy mal producida y dirigida, por cierto.

Una vez más la familia te sacó del escándalo y, en esta oportunidad, de una prolongada prisión. Gracias a la corrupción dominicana, similar a la que siempre imperó en Venezuela, nuestro padre pudo sacarte pagando una fuerte suma de dinero… para dejarlo todo así..

Ya mi primera hija tenía dos años de edad y me horrorizaba que ella se fuese a enterar de algo tan atroz. Una “mano negra” le hizo llegar a nuestros padres unos “clips” de aquella película y cuando mi padre me llamó en un llanto desgarrador, pensé que no llegaría a tiempo a su casa para calmarlo. Sorpresivamente, nuestra madre no se mostraba muy afectada. Durante mucho tiempo me impuse la tarea de recorer los kioskos cerca de nuestra casa den El Bosque para revisar qué salir sobre ti para comprar todas los ejemplares si se trataba de una noticia que fuese a desestabilizar la paz de nuestro padre.

Por aquellos años, el escándalo iba de tu mano. Parecía que lo promovías para buscar publicidad o placer. Con cada escándalo humillabas más a la familia entera, a nuestros tíos, tías… abuelos, al tiempo en que mis hijos crecían con el orgullo de ser sobrinos de María Conchita Alonso.

Vino la demanda que le pusiste a Chony Fuentes. Ese fue un caso muy doloroso. Chony Fuentes había comentado tus inmorales locuras en los estudios de grabación en RCTV, donde de manera pública te mostrabas manoseando y dándole besos a una muchacha, (menor de edad, por cierto) que era tu “asistente”. Ese espectáculo ofendía a no pocos en el canal y ella se quejó. No supo enfocar la denuncia debidamente y, con la ayuda de un abogado penalista – Juan Garantón Nicolai – la acusaste por difamación e injuria. A pesar de que Chony pudo probar todas las acusaciones que te hizo, perdió el juicio porque el Juez Story, sentando precedente jurídico, sentenció que una persona puede ser “prostituta” y eso no le da derecho a nadie para ponerla al escarnio público. Que bochorno…! La sentencia, que fue incluida en un libro del mencionado juez sobre jurisprudencia en Venezuela, y que se estudia en todas las universidades del país, explica cómo se probó que tú eras una… “liberal desatada”, pero ese era tu problema y nadie tenía el derecho de protestar si se sentía ofendido por tus inmoralidades. Qué bochorno…!

Ya crecían nuestros hijos y se preguntaban por qué no podíamos tener una relación “normal” con la tía María Conchita. A Dios gracias, tú vivías ya en Los Ángeles y eso justificaba que no nos viéramos. Nuestra madre iba y venía, pero la situación familiar parecía no tener arreglo, a pesar de las muchas oportunidades en las que, personalmente, intenté hacer borrón y cuenta nueva.

En unos de esos períodos de “reconciliación”, te instalaste en tu casa de La Colonia Tovar. Eran famosos los bonches que hacías en esa casa, por cierto, a tiro de piedra de la ya defenestrada “Bruja”. A pesar de las intenciones de reconciliación, volvimos a desempolvar el hacha de la guerra cuando te empeñaste en llevarte a los niños a pasar un fin de semana con ustedes en La Colonia. Yo, por supuesto, me negué. Sentí, como padre, que debía proteger a mis hijos de las drogas que corrían por tu grupo… del “liberalismo” de ese sector. Una vez más comenzó la guerra.

Nuestros hijos mostraban el estrés en el colegio, especialmente nuestra hija. Ahí mismo recibí una comunicación de la directora del Mater Salvatoris, en Las Mercedes, para que fuéramos a hablar con el psicólogo del colegio. Le eché el cuento completo y me recomendó que, POR NADA DEL MUNDO cediera. Que los niños no podían ir a pasarse fines de semanas a ese antro de locura… de verdadera locura. Cuál fue tu reacción? Le participaste al psicólogo que tú eras María Conchita Alonso y que nadie te iba a prohibir ver a tus sobrinos. No cedí por nada del mundo, pero le abrí las puertas a un nuevo período de distanciamiento que duró varios años… muchos años.

A todas estas, María Conchita, recordarás que no le hablabas a nuestro padre. Un buen día le mandaste una carta “conciliatoria”, lo invitaste para que te invitara a cenar con tu nuevo novio. Con ese novio te mudaste a La Floresta y de ahí los vecinos hicieron presión para que se mudaran, porque los bacanales eran ya insoportables.

Nuestro padre, emocionado, me llamó y me dijo que tú le habías enviado una nota buscando la reconciliación y que esa noche se reencontrarían en un restaurant a cenar… y que conocería al “nuevo” novio. Papá quiso comprarse un traje nuevo y me pidió que lo acompañara para que le dijera cuál le quedaba mejor. Terminó en el Centro Comercial Chacaíto comprándose un traje, camisa, corbata… y hasta zapatos. Estaba como un novio que se casaría esa noche.

Al otro día me llamó llorando. Toda la “reconciliación” era para pedirle “financiamiento” para una película cuyo guión había escrito su novio. Me preguntó si quería todo lo que se había comprado la tarde anterior, porque jamás se pondría esa ropa. Yo tampoco.

Bueeeee… y pasaron los años y los años, entre escándalo y escándalo. Tú y nuestra madre por vuestro lado y nosotros por el nuestro. Años…!

En el transcurso de esos años, llegó el mes de octubre de 1982… segurito que tú no le has contado este cuento a la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ. Estaba trabajando como productor independiente en RCTC, produciendo el programa “Lo Increíble”. Ese mes, el día 2, se suicidó una muchacha de 22 años, llamada Maye Brandt.

El gerente de Producción de RCTV, me llamó para mostrarme una foto la Revista Ronda, recuperada al lado del cuerpo sin vida de Maye, quien se había volado los sesos de un tiro. La revista estaba abierta y con pintura de labios había circulado la parte donde tú echabas el cuento de cómo Jean Carlo Simancas le montaba los cuernos contigo, estando ellos casi recién-casados.

Cuánto daño estabas dispuesta a hacer en tu, para-entonces, corta vida? Recuerda que por esos días tuviste que contratar guardaespaldas mientras estabas en Venezuelas. Siempre te dije, cada vez que podía, que no contaras tu vida sexual privada, porque eso te degradaba a ti y degradaba a tu familia. Nuestro padre sufrió toda su vida debido a tus escándalos. El último de ellos fue en octubre del año 2013, cuando Univisión lanzó la noticia del intento de tu último novio, Fernando, de lanzarte por un balcón de un hotel en México, estando – sabrá Dios – bajo la influencia de qué cosa.

Ya no me acuerdo bien el año en que te publiqué en el mundo, bajo las dos páginas de Elba Guillén, una carta abierta. Toda la familia, a excepción de nuestra madre, estaba de acuerdo con el contenido de ella. Te pedía que ya no siguieras con el tema del SIDA y del “amor libre”. De hecho, te dije que era hasta peligroso. Sabrá Dios cuantas muertes provocaste con tus sugerencias.

Fue en aquella época en que visitaste Venezuela y fuiste invitada al programa “A Puerta Cerrada”, con Marieta Santana, cuando sugeriste en aquel programa que lo veía todo el mundo: “… si tú estás en un bar o una discoteca y te gustó un chamo y te lo quieres llevar a tu cama, está muy bien, hazlo… pero antes, llevalo a que se haga un examen para descartar que no tenga SIDA…!” Fin de mundo…!!!

Aparte del mal ejemplo que le pudiste dar a las muchachas que te seguían y te admiraban, porque no es muy moral eso de levantarse a un chamo en un bar o en una discoteca y llevártelo de una para tu cama, está el factor sanitario. Por aquel entonces la prueba a la que te referías era la Enzyme-linked Immunosorbent Assay (ELISA, por sus siglas en inglés). Esa prueba NO DETECTABA el virus del SIDA, detectaba los anticuerpos que se enfrentaban al virus. Si ese chamo se infectó de SIDA la semana anterior, o incluso hasta 3 semanas antes a que se lo levantaran para llevarlo a la cama de una, la prueba “ELISA” pudiera dar un falso negativo. Por otro lado, la prueba pudiera dar positivo o falso positivo si está presente la enfernedad de Lyme, la sífilis o el lupus.

A todas estas nuestros hijos iban creciendo… e iban escuchando y leyendo todo lo que se escribía de ti, la tía adorada que estaba distante, pero que era su tía. Había que caminar entre cáscaras de huevos para poder explicar lo suficiente, pero no mostrarles la película completa.

Otro evento que nos produjo mucho dolor fue el de tu aborto. La familia Alonso era una familia tradicionalmente católica. De hecho, nuestra madre era, casi, de misa diaria… al menos en Cuba. Su madre y hermanos eran “radicalmente” católicos. Fuimos criados con la creencia que el aborto era el peor de los asesinatos. Hoy en día en muchos países, como en EE.UU., podría considerarse una práctica “liberal” que no atenta contra la moral. NO para nosotros que siempre hemos considerado, y todavía consideramos, la práctica del aborto un crímen imperdonable, cobarde, habiendo tantas parejas deseosas de adoptar niños. De hecho, en EE.UU. todos los días se secuestran cientos o miles de niños para ser vendidos a familias que no pueden adoptar por las vías normales. Jamás pude aceptar que mi hermana, la que vi creer y que adoraba de niña, pudiera tener el corazón tan duro como para acabar con la vida de su propio hijo o hija. Eso fue durísimo para todos, pero especialmente para mí.

Luego me tocó salir al exilio, en el año 2004. Estuve más de un mes en la clandestinidad y tratando de llegar a Bogotá para alcanzar Estados Unidos. Al llegar a Miami, el único número que tenía a mano era el tuyo. Te llamé y me formaste soberano escándalo. Me llamaste irresponsable… y me preguntaste: “y ahora que voy a hacer yo si me sale un contrato en Venezuela?” No lo podía creer.

Unos meses antes de abandonar Venezuela, hice las paces con nuestra madre, luego de muchos años sin verla. Una vez más intentamos dejarlo todo atrás. Algunos policías me vieron caminando y cenando con ella en La Colonia Tovar. Habíamos llegado a un acuerdo en el que yo mandaba en mi familia y ella en su casa. Yo respetaba su estilo de vida y ella aceptaba mi control sobre mis hijos, que para entonces ya eran cuatro.

Decidimos que era muy pronto para que mis dos hijos menores la conocieran. Tú fuiste al nacimiento del menor de nuestros hijos y, aunque nuestro trato era frío y distante, ambos hicimos el esfuerzo de “borrón y cuenta nueva”.

Cuando reventó La Guarimba en abril y marzo de 2004, tuve que irme a la clandestinidad y me alojé una noche en casa de mi madre en La Colonia Tovar. Algún vecino me vio y dio el pitazo. La casa de mi madre fue allanada DOS VECES y de no ser por el entonces-alcalde de La Colonia, hubiera sido arrasada hasta convertirla en tierra y escombros.

A raíz de mi problema con el régimen, nuestra madre fue acosada por los círculos bolivarianos de La Colonia y decidió irse al exilio y unirse con nosotros en Miami, donde conoció a sus dos nietos menores, de 12 y 10 años respectivamente. También le llevé para que conociera mi nieto.

En el año 2006, recibí una llamada telefonica de nuestra madre donde me pedía que pusiera Globovisión a tal hora, porque tú ibas a salir dándole el apoyo a Manuel Rosales. Le pregunté a nuestra madre si eso era cierto, ya que tú te mostrabas un tanto “ni-ni”, tal vez para poder ir a cantar a Venezuela si te salía un contrato. Me aseguró que era cierto y que le ibas a dar el apoyo.

Te escribí una carta diciéndote quién era Rosales. Para reforzar la carta, cometí el gran error de hacer ciertos comentarios un poco “sensibles”. Quería alertarte sobre esa lacra, sobre ese traidor… SOBRE ESA PIEZA DEL RÉGIMEN DE LOS CASTRO EN VENEZUELA. No me creíste y le enviaste la carta al mismo que te recluto para las filas de Rosales. La carta, como por arte de magia, terminó en la DIM (Dirección de Inteligencia Militar). Como consecuencia de todo esto, como recordarás, dos de nuestros muchachos murieron abaleados en Machiques por la policía del Edo. Zulia y uno perdió la visión de los dos ojos, por un tiro de escopeta a cierta distancia.

Te lo reclamé, por supuesto, acaloradamente… y vuelta a la guerra. Nuestra madre tomó partido a favor tuyo, se presentó en mi apartamento de Kendall y rompimos la tregua de un par de años, donde no era que nos veíamos todos los días, pero sí de vez en cuando. De todas maneras, esa paz no duraría mucho, porque ya se veía venir una nueva tormenta.

Hace un par de años, nuestra madre fue operada de corazón, donde le cambiaron su válvula aórtica por una de vaca. Mi esposa Siomi la fue a ver sin conversarlo primero conmigo. Por su avanzada edad, había una posibilidad muy grande que se quedara en la operación o muriera poco después. Mi madre le dijo a Siomi que me queria ver, pero esa misma tarde, le advertiste a Siomi que si yo me presentaba en la clínica no me iba a dejar entrar. Ante la posibilidad de un escándalo, decidí no verla y despedirme de ella en la soledad de mi casa.

Me pareció un tanto macabro que le vendieras “la historia” de la operación de nuestra madre a una revista mexicana… creo que era mexicana. Me enteré porque tú misma en Facebook dijiste que ya no ibas a publicar más fotos de nuestra madre en su cuarto, porque le habías prometido la “historia” a no-sé-cuál revista de México o no sé dónde.

Nuestra madre salió de la operación fortalecida, aunque perdió un poco de memoria. Me dicen que ya hoy está totalmente ida. No lo sé. De la clínica te la llevaste a Los Ángeles pero no a la casa que ella conocía, porque la tuviste que entregar al banco por no poderla seguir pagando. Ya estaba instalado contigo tu “marinovio” como tú misma le llamas a tus parejas del momento. Allá nuestra madre tuvo un encontronazo con él y la enviaste a Miami a un ALF (Assited Living Facility), donde la vieja se estaba muriendo de merma. De ahí desapareció y hasta la fecha, ni mi hermano ni yo sabemos dónde es que la tienen.

Lo último que supe fue por el Sr. Ulf Erlingsson, quien en un TL en sueco, le informó a una amiga que él mantenía a la mamá de María Conchita Alonso. Tal vez eso explique por qué te prestas para representar a la OLV.

Por cuestiones que no vale la pena comentar hoy aquí, tuvimos que chatear a través de la mensajería de texto. Eso fue hace un par de meses. Aproveché para reclamarte el haberme prohibido visitar a nuestra madre en su lecho de enferma… y te pregunté si era cierto que el Sr. Ulf Erlginsson la estaba manteniendo. A lo primero respondiste que no querías que se disgustara. A lo segundo no me respondiste. Supuse, por aquello de quien calla otorga, que es cierto. Un sueco comunista mantiene a nuestra madre, tan anti-comunista ella.

No sé si la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ conoce a su antecesora, la que guiaba tus días cargados de política. Una señora que ya no suena mucho, pero que estuvo en la palestra un par de años. Tenía una fundación para martillar a la gente en Miami con el cuento chino de enviarle el dinero a las familias de los presos políticos en Venezuela.

Un día me envió una carta la esposa de Iván Simonivis, Bony, para quejarse de las sinvergüenzuras de aquella a quien tanto adorabas, una “guaricandilla” cualquiera, como diría nuestra abuela Carmelina, QEPD. Bony me dijo que te había escrito una carta alertándote sobre ese elemento, pero que tú ni le respondiste. Yo intenté de alertarte de igual manera, pero tú ni respondiste.

Como ha sucedido TODAS LAS VECES EN TU VIDA, llegó un día en que la mandaste a freir monos y hasta el sol de hoy. La cambiaste por la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ, hasta que le llegue su nochebuena. Mientras tanto, estás promoviendo un timbiriche cargado de traición, de malas intenciones… de maldad. Está bien que a través de tu posición de “líder” estés recibiendo los aplausos que ya no recibes en las tablas y escenarios, pero eso no te va a durar para siempre.

Para culminar, no quiero despedirme sin recordarte mi última advertencia, cuando le diste una entrevista a Patricia Poleo sobre Lorent Saleh. Sobre eso hablamos a través de los mensajes de texto mencionados arriba, que todavía conservo, por supuesto.

Le dijista a Patricia Poleo que Lorent Saleh te había dicho que tenía explosivos para volar unos puentes, etc… algo así. Te advertí que habías cometido el delito de conspiración para cometer actos de terrorismo, PALABRAS MAYORES.

Para no cometer el delito de conspiración en EE.UU. tuviste que haber llamado al FBI y denunciar la conversación, ya que al no hacerlo, cometiste el delito de conspiración para cometer actos de terrorismo. Según la Ley S1867, el presidente de EE.UU., con tan solo suponer que alguien pudiera ser terrorista, tiene la potestad de detenerlo Y DE DESAPARECERLO (matarlo) sin cargos ni juicio.

La próxima vez que un individuo comparta contigo planes que pudieran ser interpretados en este país como planes terroristas, tienes que participárselo al FBI por si te están grabando. De no hacerlo, comete - como bien te dije – el delito de “conspiración para delinquir”, que ese caso hubiera sido para cometer actos terroristas… PALABRAS MAYORES.

La suerte que tuviste fue que ni te estaban grabando, ni ven los videos de la Patty Poleo por ser tremendamente aburridos y cargados de mentiras y amarillismo.

Por ejemplo, cuando le diste el teléfono mío (sin mi permiso) a Ulf Erlingsson y éste me llamó para decirme que estaban planificando un plan donde pondrían a las mujeres a protestar frente a los cuarteles para ver si las mataban y entonces formar el merequetengue en Venezuela, yo se lo participé, INMEDIATAMENTE, al FBI, porque a mí sí me graban y me hubieran podido haber acusado de conspiración para cometer actos de terrorismo… y si hubiera muerto alguien, me hubieran acusado, además de homicidio premeditado… o algo así.

Quería escribirte esta carta públicamente, porque YA ESTOY CANSADO DE QUE LA SRA. ANA MERCEDES DÍAZ CADA VEZ QUE YO LE HAGO UNA PREGUNTA EN EL ÁMBITO POLÍTICO, ME SALE CON UN ATAQUE EN EL PLANO PERSONAL. Como siempre traté de evadir ese tema públicamente, y ella persistía en el ataque, me reuní con mi familia y tomamos la determinación concertada de explicarles a los distinguidos twittiriteros por qué es que no me trato ni con mi madre ni con mi hermana… igual que sucede con nuestro hermano, quien – como yo – tampoco se trata con nuestra madre y, a duras penas, contigo.

Por cierto. Aquí en Miami hay unas cuantas damas muy distinguidas, amigas de nuestra madre de Cuba, que me han venido haciendo el fo. Hace unos años me llamó nuestro hermano para echarme el cuento de cómo nuestra madre, en cada reunión que asistía, nos acusaba a nuestro hermano y a mí de ser unos monstruos… de no querer a su madre.

Desde entonces, cada señora cubana, del grupo de nuestra madre de Cuba, que me mira como gallina a la sal, le echo, más o menos, este mismo cuento… y pongo de testigo al primo hermano Bustillo de mi madre, por si consideran que estoy mintiendo.

Hace días, una de ellas, a quien la senté y le estuve echando este cuento durante más de una hora, terminó en llanto y me invitó a un evento de cienfuegueros (de nuestro pueblo en Cuba), al cual jamás me había invitado, por ser ella la organizadora. Ya me dejé de eso y en cada esquina que puedo, echo esta misma historia y me ha ido de lo mejor.

Ya está bueno ya. He contado una pequeña parte de nuestros problemas familiares, como podrás haber visto. He dejado fuera eventos muchos más comprometedores y escabrosos, para proteger la vida privada de muchos de los involucrados, como – por ejemplo – las vidas de las hijas y nietos de la fulana “Bruja”, etc. Porque son muchos los etcéteras. De todas maneras el resto de la historia con lujos de detalles, se podrá leer, como te dije cuando chateamos a través de los mensajes de texto, cuando publique el libro de mi vida. En él le dedico un capítulo entero a mi madre… y otro a ti.

Te recomiendo que le digas a la Sra. ANA MERCEDES DíAZ que cambie el disco, no vaya a ser que se me salga la locura y, entonces, eche el cuento completo de una buena vez y por todas. No te olvides que yo tengo videos, cartas, notas, fotos… y cuantas cosas te podrás imaginar; de igual manera, tengo capítulos de la vida privada de la Sra. ANA MERCEDES DÍAZ, los cuales he preferido no publicar, porque yo, contrario a ella, no mezclo la política con la vida privada. Cuando digo que el burro es negro, es porque tengo los pelos en la mano. Además, como buen loco que soy, no se me olvida nada. A ti tampoco.

Miami, MARTES 13 de octubre de 2015

Atentamente,

Tu hermano ROBERT
@robalonso
robertalonso.vip@gmail.com









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