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Heilner · @naufragos1

2nd Mar 2015 from TwitLonger

Cuba y la Unión Soviética. Parte I


Cuba y la Unión Soviética. (Parte I)


Tras la crisis de los Misiles y la posterior retirada por parte de Krushev, Cuba había obtenido dos objetivos: el primero, el compromiso de EEUU de que no invadiría Cuba, el segundo por parte de la URSS de que les brindarían apoyo económico y militar.

Para Krushev, Cuba suponía un elemento de presión para EEUU además de que buscaba mayores zonas de influencia en el equilibrio de la balanza mundial de poder. De esta forma también también se contenía la influencia de China y su revolución en las zonas oprimidas en el Tercer Mundo.

Fidel aparte de por los dos motivos mencionados se acercó a la URSS debido a la situación inestable dentro de Cuba por la acción de guerrillas antigubernamentales que actuaban en las montañas de Escambray, el embargo económico y tensiones dentro del propio Partido.

La idea en mente siempre era una búsqueda de la independencia, las circunstancias por el enfrentamiento contra EEUU obligaron a Cuba a una mayor dependencia económica y militar de la que los cubanos hubieran deseado.

Este acercamiento hace que la economía cubana se integre dentro del COMECON pasando a estar dentro de un bloque económico interdependiente de la URSS, aunque en una dependencia bastante distinta a la que antes de la Revolución el país tenía con EEUU.


Por un lado estaba el motivo económico, por otro lado el ideológico. Para Fidel la historia de la URSS mostraba un modelo de desarrollo que estaba en conexión con su propia experiencia. El contexto histórico ante la ausencia de movimientos revolucionarios en América Latina centraba la observación y estudio en la experiencia de los soviéticos.

Mediante una gran industrialización la URSS se convirtió en una potencia económica a nivel mundial. Se había realizado una transformación de un país semifeudal en una potencia industrial con independencia del resto del mundo, bajo la dirección del Partido Comunista.

Fidel observaba que los programas de reforma necesitarían una mayor centralización y control político y económico. Retornar a una economía con participación del capital privado supondría volver a establecer una dependencia financiera. No obstante, los cubanos eran conscientes de que las condiciones de la URSS no podrían calcarse y por tanto era necesario adaptarlo a las propias condiciones del país.

"No debemos ignorar la experiencia, pero debemos ser cuidadosos con las copias mecánicas de fórmulas".( Fidel Castro).

Resaltando en este apartado, Castro dejó bien claro que el acercamiento y ayuda de los soviéticos no supondría una subordinación política de la URSS. El PCC sería independiente y la URSS sabría que en Cuba había todo una autoridad y soberanía suprema. Una prueba de ello fue la expulsión por parte de un embajador de la URSS, que había estado intentando llenar el Partido de arribistas y oportunistas. (Caso de Aníbal Escalante).

Década de los 60-70

Desde el triunfo de la Revolución, el proceso cubano tuvo un claro objetivo y no era otro que movilizar a todo el proletariado cubano para superar una situación de subdesarrollo y atraso que venía de largo. Frente a este objetivo, un sin fin de desventajas. Un país pequeño y parcialmente "desarrollado" en ciertos sectores con una fuerte supeditación de la economía al monocultivo del azúcar, unido a un bloqueo económico que sólo podía superarse con la ayuda soviética.

No pueden entenderse las fluctuaciones y oscilaciones del propio proceso cubano, con respecto a la política interna y externa, durante este período sin tener presente que se libraba una lucha por el desarrollo de las fuerzas productivas unido al objetivo de ser independientes. Y ésta fue una de las grandes preocupaciones durante todo el proceso.

La Revolución había sido un movimiento de liberación nacional que había triunfado por el empuje de la lucha de clases. No porque hubiese un proletariado organizado que emergiese de la propia sociedad, sino porque Fidel fue capaz de aglutinar a todos los sectores de la sociedad cubana en un frente común para expulsar a Batista.

Una vez expulsado a Batista, se procedió a expulsar a la burguesía cubana. (Trataré este punto en otro escrito). Se centraron los esfuerzos en movilizar al proletariado y crear una conciencia para afrontar la tarea del desarrollo de las fuerzas productivas.

"En un ejército de los trabajadores debe haber disciplina, debe haber camaradería, debe haber unidad, ustedes son los oficiales de ese ejército, ustedes son los líderes" Fidel Castro, 1960.

El comienzo de la Revolución se caracterizó por la acumulación de un capital gestionado por el Estado. Se subordinaba el consumo privado al desarrollo de las fuerzas productivas puesto que era la única manera de superar la herencia del neocolonialismo del pasado.

Unido a la necesidad de este desarrollo, otra de las grandes preocupaciones fue proporcionar los recursos humanos y sociales necesarios para este desarrollo, con especial incidencia en la educación, sanidad y vivienda. Comenzó una intensa campaña de alfabetización dónde en cuestión de unos años, se consiguió integrar a los cubanos del campo y de la ciudad en la tarea histórica que requería el socialismo. Se creaba una conciencia obrera, satisfacer las necesidades básicas de la clase disminuyendo la importancia del salario y reducir la demanda de los bienes de consumo.

Se reorientaron los recursos de la ciudad al campo. Antes de la Revolución, las áreas rurales eran zonas deprimidas y abandonadas. Sólo el 15 por 100 de la población rural tenía agua corriente comparado con el 80 por 100 de la población de la ciudad, sólo el 9 por 100 de las viviendas del campo tenía electricidad. El salario de los trabajadores agrícolas eran de menos de 80 dólares al mes (mientras que el trabajador industrial cobraba 120) y con esta diferencia sufrían paro crónico en muchas épocas. Dichos recursos crearon trabajo y proporcionaron servicios básicos.

Estos avances en materia social hizo creer que se podrían acelerar las etapas de desarrollo para crear las condiciones necesarias para avanzar y profundizar en el socialismo. Sin el desarrollo de las fuerzas productivas a gran escala era imposible seguir progresando. Quedarse en una situación de estancamiento o desarrollo a medias significa permanecer en la dinámica de las relaciones capitalistas de producción en una forma u otra.

Guevara sostenía que estar alineada con la URSS y el resto de países del bloque del Este permitiría saltar etapas en la transición hacia el socialismo. Se podría realizar una industrialización sin problemas, mientras que el campesinado cubano apoyaba firmemente la Reforma Agraria.

El deseo de equipararse con el resto de países del COMECON no fue posible por la incompatibilidad de la industria e infraestructuras cubanas, que habían estado orientadas a la economía con Estados Unidos, con las del bloque.

Se dió más importancia en la destinación de los recursos a la industrialización que a la agricultura en un esfuerzo masivo por acelerar el desarrollo. Los intentos de avanzar se vieron detenidos por la falta de experiencia y deficiencia de las materias primas y maquinaria. La industria del azúcar, destrozada desde la época de Batista, fue desmantelada por los monopolios de la burguesía cubana y estadounidense que se llevaron a todos los administradores y técnicos después del triunfo de la Revolución. La producción del azúcar cayó en 6.876.000 toneladas en 1961 a 3.883.000 en 1963. La producción agrícola descendió al igual que la producción industrial.

A raíz de esta situación se produjeron debates en el partido con dos posiciones:

De una parte, se defendía una acumulación del capital sobre la base de un incremento significativo de la producción del azúcar.

De otra parte, implementación de las medidas capitalistas que se estaban realizando en Europa del Este y que se apoyaban en la rentabilidad y los incentivos materiales.

Los problemas económicos en 1963-1964 obligaron a los cubanos a ceder. La URSS prometía que si se cambiaba de plan se garantizaría a los cubanos un mercado para el azúcar a alto precio. El sector de Guevara se dividió, desviándose los recursos de la industria a la agricultura.

18 meses después de que se "revisase" la política económica, el Ché salió de Cuba. Fidel pragmático ante todo aceptó la renuncia del Ché. Las críticas de Guevara a la Unión Soviética en el "Tercer Mundo" no gustaban a los soviéticos que habían ofrecido a Cuba una opción de acercamiento.

El retroceso llevado por no haber fructificado el objetivo de la industrialización fortalece la visión de elementos prosoviéticos dentro del Gobierno cubano. La URSS apoyaría a Cuba si introducía la descentralización y medidas capitalistas limitadas en la economía.

¿Suponía esto abandonar el doble objetivo de la Revolución?

La adopción de la postura de la URSS suponía una amenaza para conseguir el desarrollo y asegurar la independencia. Se incrementaban el incentivo de bienes materiales que introducían una dinámica de consumo que tiraría por la borda el esfuerzo del proletariado cubano por la acumulación del capital y recursos para desarrollar las fuerzas productivas.

Se estaba orientando la economía cubana a quedar atrapada en el COMECON. La producción del azúcar a cambio de bienes industriales. Se abría también las puertas a la introducción de una burguesía burocrática en Cuba que crearía desigualdades entre los trabajadores y una pérdida de conexión y contacto entre el proletariado y el PCC.

Plano Internacional.

En el plano internacional, la política de la URSS generaba serios dilemas y dificultades para la Revolución. El XX Congreso del PCUS en 1965 establecía un nuevo balance de poder entre Este y Oeste, que se sostenía en la coexistencia pacífica. La coexistencia pacífica apostaba por el surgimiento pacífico del socialismo en el Oeste de Europa, con arreglo a las características particulares de cada país. Se insistía en la idea de que los diferentes Partidos Comunistas utilizasen la vía parlamentaria para llegar al socialismo. Esto se traducía en una coalición de fuerzas o alianzas enfrentadas a las oligarquías de cada nación, que aglutinaba en un mismo frente desde democrátas sociales hasta reformistas. Al mismo tiempo se cambió de postura con los países del "Tercer Mundo". Se pasaba de un posible apoyo a movimientos o revoluciones que pudieran tener un marcado carácter proletario a estudiar y ver más la rentabilidad comercial con esos gobiernos. Lo normal dentro de la dinámica imperialista.

La coexistencia pacífica y la vía parlamentaria hacia el socialismo fue duramente atacada por los chinos y cubanos. Los métodos parlamentarios burgueses con su respectiva dinámica habían demostrado un fracaso y traición al proletariado. Plegarse a las reglas del juego burgués era renunciar en la práctica a la propia emancipación de la clase y negar la lucha de clases. Esto lo tenían muy presentes los cubanos, cuya experiencia histórica les demostraba tanto en Cuba como en América Latina que los métodos constitucionales burgueses no solucionaban nada en la práctica.

En América Latina los gobiernos elegidos democráticamente que intentaban introducir cambios sociales y económicos eran amenazados por intentos de golpes de Estado. En el caso de Guatemala, el Gobierno fue destruido por la injerencia norteamericana.

Tanto la Revolución Cubana y China eran producto de campañas guerrilleras iniciadas en el campo, desde donde llegaron a las ciudades. Para Fidel, las condiciones en América Latina eran las adecuadas para luchas y revoluciones similares, que concluirían en una revolución continental. La lucha de guerrillas era el único camino revolucionario posible.

"Estamos convencidos de que en la inmensa mayoría de naciones latinoamericanas existen condiciones, muy superiores a las que existían en Cuba, para hacer la revolución, y que si estas revoluciones no están sucediendo en esos países es porque muchos de los que se llaman a sí mismos revolucionarios carecen de convicción." Fidel Castro, años 60.

El contexto en los años 60 llevó a Castro a pensar y concluir de que éste era el camino que había que seguirse para asegurar la supervivencia de la Revolución.

La garantía ,tras la crisis de los misiles, de que EEUU no invadiría Cuba por parte de la URSS estaba en entredicho por dos razones:

1)El conflicto chino-soviético.

2)Una mayor moderación, tras la caída de Krushev, por parte de la URSS con EEUU.

Esta moderación hacia no confiarse a los cubanos por las agresiones de Estados Unidos en Vietnam. Por ello, no se podía confiar en que la URSS defendiese a la Revolución.

Fidel necesitaba la ayuda de la URSS pero sólo para sobrevivir. A largo plazo, se centraba en el objetivo de que el esfuerzo masivo del proletariado crearía el desarrollo necesario y con ello se podía exportar su ejemplo a América Latina ,dónde nuevas revoluciones ayudarían a Cuba.

Para Fidel, la política exterior soviética, en los años 60, no representaba ni un modelo de desarrollo económico ni una garantía de defensa contra EEUU. Al mismo tiempo no podía romper vínculos con la URSS. En esta encrucijada estaban los cubanos en la segunda mitad de los años 60. A partir de 1965, Castro empezó a criticar duramente a la URSS y a distanciarse paulatinamente. En paralelo a sus feroces críticas a la URSS, Fidel implementó una enérgica ofensiva para solucionar el atraso económico que había de una vez por todas. Apartó a los arribistas y oportunistas del PCC pero sobretodo incidiendo en los sectores prosoviéticos. Se quería defender la Revolución, hacer valer que Cuba no era un peón y que era independiente, y al mismo tiempo movilizar al proletariado para la misión del desarrollo.


La confianza de Fidel giraba en torno a los procesos revolucionarios en América Latina. En los años 60 parecía probable que hubiesen muchas revoluciones. Aparecieron movimientos en Colombia,Venezuela,Perú y Guatemala. En Bolivia estaba el Ché preparando una guerra de guerrillas planificada para llegar a los países del entorno (Argentina ,Brasil y Perú).

El contexto hacía pensar en la formación de un nuevo bloque que sacaría a Cuba del aislamiento y no la haría tan dependiente de la URSS.

El nuevo eje revolucionario liderado por Cuba, Vietnam, Corea unido a los procesos revolucionarios latinoamericanos, así como los movimientos de liberación en África y en otros lugares ayudarían a conformar un nuevo bloque comunista que se separaría tanto de EEUU como de la URSS.


La Unión Soviética reaccionó ante el desafío cubano retrasando los acuerdos comerciales y recortando el suministro de petróleo que tanto necesitaba Cuba. Fidel respondió con un ataque frontal al PCUS en una Conferencia Internacional con las siguientes palabras:

"No existe nada más antimarxista que el dogma, no puede haber nada tan antimarxista como la petrificación de las ideas. Y hay ideas que se proponen en nombre del marxismo que parecen auténticos fósiles...
El marxismo necesita desarrollarse, superar una cierta esclerosis, interpretar las realidades del presente de manera objetiva y científica, comportarse como una fuerza revolucionaria y no como una Iglesia pseudorrevolucionaria".

En 1968 los sectores soviéticos en el PCC fueron juzgados y expulsados. Se probó el mantenimiento de reuniones secretas entre sectores prosoviéticos y reuniones con encuentros clandestinos con miembros del PCUS y de los demás partidos del Este. El objetivo era una vez más mostrar una advertencia a la URSS de que no volverían a ejercer presión ni a participar en el Partido.

La ofensiva no se quedó ahí, se comenzó una intensa campaña de movilización para que el proletariado cubano acumulase capital para el Estado. Se abandonó el modelo del bloque del Este para centrarse en planes sectoriales y regionales. La URSS volvía a responder apretando con drásticos recortes en el suministro de combustible y gasóleo para Cuba.

Además dentro de Cuba comenzaron a aparecer una incipiente pequeña burguesía (agricultores y comerciantes) que se aprovechaban de la situación del enfrentamiento con la URSS y de las presiones de los soviéticos para introducir medidas capitalistas para organizar un mercado negro. La posibilidad de la expansión de un capitalismo privado a pequeña escala alertó a Fidel. En marzo, lanzó una Ofensiva Revolucionaria para acabar con todo vestigio de acumulación privada. Se nacionalizaron más de 55.000 negocios.

La supervivencia de la Revolución dependía del compromiso total de cada trabajador cubano. Los múltiples llamamientos de Fidel alertaban de que la Revolución peligraba. El contexto internacional mostraba que en América Latina los procesos guerrilleros se derrumbaban. A finales de los 60, la política de abogar por la democracia parlamentaria burguesa parecía dar la razón a la URSS. En Perú, una junta militar reformista y antioligárquica toma el control en 1968 y empieza a nacionalizar las compañías multinacionales norteamericanas. Un año más tarde en Bolivia se expropia la corporación Gulf Oil, mientras que en Chile se forma la Unidad Popular.

La presión económica de la URSS obliga de nuevo a Castro a tener que acercar posturas. La URSS seguía restringiendo el suministro de combustible y la deuda masiva que Cuba tenía con la URSS no paraba de crecer. En los intercambios comerciales la URSS compraba el azúcar cubano a un precio más alto que el del mercado mundial, mientras que Cuba conseguía con esas divisas sufragar y comprar petróleo y otros productos del COMECON.

Durante la década de los 60, no obstante, las exportaciones de azúcar a la URSS habían disminuido considerablemente provocando un endeudamiento brutal con el COMECON.

En 1969, Cuba tenía una deuda de 7,5 millones de toneladas de azúcar. Se declaró el Año del Esfuerzo Decisivo. Todos los esfuerzos se orientaron a la producción de una cosecha de 10 millones de toneladas.

En este contexto se produce la intervención de la URSS en Checoslovaquia, más concretamente el Pacto de Varsovia. Fidel consciente de la situación y de que no podía continuar tirando de la cuerda por las presiones económicas de la URSS, da una cal y otra de arena. Crítica la violación de soberanía contra Checoslovaquia y justifica la actuación por el deterioro de la situación económica que posibilitaba el retorno al capitalismo. Con este doble mensaje, se lanzaba otro dardo a la URSS: instar al fin de las medidas capitalistas que estaban dañando la unión del bloque socialista y un compromiso de que ayudaría a Cuba si fuese agredida.

En estas circunstancias se entiende la campaña de 1969-1970 para producir una cosecha de azúcar de 10 millones de toneladas. Era una prueba de fuego para acumular recursos suficientes para desarrollar la isla y tener una cierta independencia.

No se consiguió el objetivo pese a que se alcanzaron las 8.5 millones de toneladas. Al finalizar la década la Revolución estaba en un punto muerto.
La URSS apretaba y amenaza con ahogar a la economía y al futuro de la Revolución. Cuba, sin aliados internacionales, cada vez dependía más de los soviéticos. Aún así nunca se desfallecía en el camino hacia el desarrollo y la independencia.

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