Relato no participante para el concurso de @goblinoide - Nessa: Lo que podría haber sido [AU]

Se alza, ligera, de puntillas, y alargando el brazo tanto como le es posible, coloca la brillante estrella en lo alto del verde árbol. Satisfecha, se aleja unos pasos para contemplar su obra finalizada, y alegre admira las lucecitas que resplandecen colgadas de sus ramas.
Él entra, aún con un delantal blanco, procedente de la cocina, y sonríe. Se le acerca por detrás, y la envuelve en un cariñoso abrazo. “Ha quedado precioso”, dice, hundiendo la cabeza en su melena sedosa del color del chocolate. Ella se gira, y sus ojos se iluminan al ver quién es, mientras se le acerca y junta sus dos bocas en un beso rápido. Al separarse, murmura, casi para sí misma, un “mejor que vaya a cambiarme, están a punto de llegar”, y con una sonrisa en los labios, se retira a una de las habitaciones del piso.

Las paredes están revestidas de madera caoba, y por los amplios ventanales del salón, cerca del árbol, se puede ver el cielo de noche, salpicado con estrellas, y las luces de la calle. Un olor a jengibre y especias invade todos los rincones.
Thomas hornea y cocina un plato tras otro, deteniéndose de vez en cuando a probar cómo están quedando, mientras Natalie se viste con un traje largo, azul oscuro, con mangas translúcidas. Una vez ataviada con sus mejores galas, coge unos cuantos paquetes que hay encima de una cómoda y los coloca bajo el abeto decorado del salón, a la espera de los invitados.

Asoma la cabeza por la cocina, y al ver que él aún no se ha arreglado, dice, señalando el horno y los platos que se están haciendo: “Ve a vestirte, yo ya vigilaré todo esto”. Tulkas marcha, y ella, con eficiencia, saca delicias dulces y saladas del fuego, y pone toda la comida en la mesa, ya puesta y engalanada previamente. Luego se sienta en un sillón.

Unos minutos después, llaman a la puerta. Sus labios se abren en una gran sonrisa dejando ver sus blancos dientes, mientras se dirige rauda a la entrada y abre. Detrás, descubre a diez personas esperando para entrar, cargadas con regalos y más sonrisas si cabe.
“¡Feliz Navidad!” exclama la mujer más cercana a Natalie, de pelo negro y ojos brillantes, y se abrazan como pueden, teniendo en cuenta todo lo que hay en sus manos.
Una vez se separan, Nessa llama a su marido para que vaya a saludar también, y les invita a pasar. Su corazón se llena con júbilo y regocijo a medida que van entrando, y sus ojos se iluminan al ver que están todos: Michael y Vivianne, Austin y Yolande, Ulrich, Nicole, Lawrence y Stella, Victoria, Mark...
“Ormond y Valentina no han podido venir” dice Stella, apoyando su mano en el antebrazo de Natalie, al ver la expresión contrariada que adopta su rostro, “tenían ya un compromiso”.
“Oh, bueno… Les recordaremos, entonces”. Ella y Stella sonríen, cierran la puerta tras los demás y van al salón, donde la mesa para doce y espera.
Mientras todos ríen, charlan y se maravillan ante la comida y demás exquisiteces, Thomas viene desde el pasillo, vestido con una camisa de lino blanca y pantalones de traje. A Natalie, sin poder evitarlo, se le suben los colores al verle tan atractivo, y es que siempre ha tenido debilidad por ese hombre de pelo rubio y risa contagiosa. Disimulando un poco, se sienta con todos los demás a la mesa; por un lado, tiene a Ulrich, y a su derecha, radiante de felicidad, está él.
Los dos anfitriones dan un breve discurso, dando las gracias a los demás por haber venido, y sin más dilación, invitan a que se prueben los platos de la mesa. Rápidamente va disminuyendo la comida…
...Tanto que casi no se dan cuenta y ya se están entregando regalos unos a los otros. Se pueden ver sonrisas, expresiones de sorpresa y carcajadas, y en sus rostros se advierte la felicidad que, sin ser vista, flota y llena la noche.
Besos, abrazos y demás muestras de gratitud son algunas de las palabras que podrían describir semejante momento, en el que la alegría de estar unos con otros estalla y se vuelve peligrosamente contagiosa.

Largo tiempo están compartiendo vivencias y sentimientos, hasta que las campanadas de una iglesia cercana les indican que es ya tarde.
Poco a poco, uno a uno, los diez valar van abandonando el piso de Natalie y Thomas, guardando en sus corazones recuerdos imborrables.

Y ellos dos restan en pie ante la puerta, exultantes y con sonrisas en sus labios. Como asaltados por el mismo pensamiento, cierran la puerta, la mano de ella sobre la de él, se miran a los ojos unos breves momentos, y, seguidamente y sin dudar un segundo, se devoran las bocas apasionadamente. Thomas guía a Natalie hacia la habitación (¿o es ella que lo lleva a él?), se tumban…


...Natalie despertó, empapada en sudor, sola y con las mantas revueltas completamente, en otra cama, muy diferente. ¿Qué era aquello que había vivido?
No, esperad. Fue un sueño. Era también la noche del 24 de diciembre, y sin embargo, no había pasado el día con nadie. Había estado, para variar, sola.
Sola.
Rememoró lo que ya sabía que no había sido real, y añoró sus compañeros valar, sus verdaderos amigos. Siempre habían estado a su lado, y ahora…

Y él. Thomas. El valiente. No tenía ninguna duda de la devoción que él pudiera tenerle; de lo que no estaba segura era de sus propios sentimientos. Su sentido común le decía que si él la amara de verdad, no habría hecho lo que hizo; si Natalie fuese su amor verdadero, no la habría abandonado tan fácilmente. Y aún así, en el fondo de su corazón, había algo que impedía que su afecto por Thomas se desvaneciera.

Ahuyentó esos pensamientos de su cabeza; aquellas no eran horas para reflexionar. Y como hacía y había hecho siempre, pospuso las decisiones.
Se tapó bien con las mantas, cerró los ojos y se volvió a dormir.

------------

-Aclaraciones que es importante que sepáis-

Este relato era para el concurso que organizó Gobli, pero cuando me dijeron que los relatos en AU (Alternative Universe) no contaban, vi que no podría participar con él. De todas formas, como no tenía idea alguna para hacer otro, continué escribiéndolo. Con lo cual sigue el tema del concurso pero no participa.

Los personajes del relato son básicamente los valar. Pero al ser un relato AU, les he cambiado los nombres a todos. Es posible que os hayáis hecho un lío al leerlos, por eso os pongo la lista de nombres AU de los valar justo aquí debajo.

Michael: Manwë
Austin: Aulë
Ulric: Ulmo
Mark: Mandos
Lawrence: Lórien
Ormond: Oromë
Thomas: Tulkas

Vivianne: Varda
Yolande: Yavanna
Nicole: Nienna
Victoria: Vairë
Stella: Estë
Valentina: Vána
Natalie: Nessa

Reply · Report Post