El destino es caprichoso y, cuando algo tiene que pasar, pasa. Hace seis años, una Laura pequeña e indefensa conoció, por casualidad, a un chico rubio de ojos azules que estaba empezando a vivir un sueño, que cantaba y tenía en mente proyectos y metas por cumplir. Todo de él le encantó. Parecía tímido, pero encima del escenario se transformaba, sentía cada nota desde la punta de sus pies hasta el último de sus pelos pinchos engominados. Pero Laura creció y le perdió la pista. El chico rubio siguió buscando su hueco en ese mundo y lo encontró. En 2011 formaba parte de un proyecto, de un grupo llamado Auryn, candidatos a representar a nuestro país en Eurovisión. Laura lo reconoció enseguida. Había cambiado, pero seguía manteniendo las mismas manías encima del escenario. Investigó un poco y le gustó como sonaban, aunque por unas cosas y por otras no les siguió. Pero como todas las aguas vuelven a su cauce, en verano de 2012, con un disco en el mercado y promocionándose por tv, Laura volvió a ver a aquel rubio y su grupo en pantalla, y esta vez se dijo que tenía que escucharlos en serio. Y así, gracias a la magia de DGUMG, Still o He aprendido a vivir acabó convirtiéndose en una auryner más. Viajó a Madrid para verles en los premios 40 Principales, les vio en Tenerife en una firma de su segundo disco, viajó a Lanzarote en verano por ellos y pudo disfrutar de un concierto el pasado mes de noviembre. Gracias a ese rubio, llegó hasta las cinco personas que hoy en día le hacen sonreír al escuchar los primeros acordes de cada canción, y eso, para ella, es algo que no se puede explicar con palabras. Hoy, 11 de diciembre de 2013, ese chico rubio del colgante plateado cumple 22 años, y Laura no quiere no felicitarle, es más, se siente obligada. Él ha sido la clave para que hoy pueda decir que conoce a personas especiales.
Feliz cumpleaños Dani. En el fondo, muy en el fondo, sé que eres una persona increíble, y aunque me hagas bullying en los aeropuertos, te niegues a saludarme a pesar de que te aviso en tiendas de Zara de que te van a acosar y a seguir niñas locas, coma piedras y algas por ti y a que me pongas malas caras por no regalarte tinto de verano, me caes bien. Gracias por formar parte de Auryn, gracias por cada una de las cosas que haces por nosotros, gracias por cada momento que nos has regalado. Te diría que no cambies nunca, pero quizá debas corregir algunas cosas, como, por ejemplo, tu cara, porque mira que eres feo… Espero y deseo que sigas creciendo como has hecho todos estos años (no de altura precisamente, pero bueno, las grandes fragancias vienen en frascos pequeños) y, sobre todo, que jamás de los jamases levantes los pies del suelo. Deja a un lado a toda la gente que solo busca herirte y céntrate en lo importante, en la gente que te quiere. Confía solo en quien valga la pena confiar y, sobre todo, NO TE VUELVAS A DEJAR MELENA. Y que conste que, aunque el señor Gango sea el niño de mis ojos, Dani Fernández siempre va a ser el más especial.
PD: Me hubiese encantado regalarte un Husky, pero ya tienes el Zoo completo, así que olvídate.
Un beso enorme. Laura Martín.

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