Uno de los mejores expertos salido de la USB en medios audiovisuales (Rafael Hidalgo) asevera que el audio no es un montaje:

De Rafael Hidalgo
NO es un montaje.

Desde que escuché el audio con las confesiones de Mario Silva el día de ayer, pude anticipar que la única salida posible para el oficialismo sería negar la autenticidad de la grabación, atribuyéndola por supuesto a un montaje del imperio, a través de la CIA (o el Mossad, que viene a ser lo mismo para los fines de la “revolución”)

Hay numerosos aspectos que en lo político demuestran la autenticidad de la grabación pero para no dejar lugar a dudas, me referiré exclusivamente a los aspectos técnicos. Mi opinión la respaldo con los 25 años de experiencia que tengo en la industria audiovisual y con la opinión de tres experimentados ingenieros de sonido, uno de ellos británico y totalmente al margen de la discusión política de Venezuela, quienes han concluido de forma unánime e inequívoca que el audio presentado es genuino y fue grabado íntegramente en una sola oportunidad.

En primer lugar, le agradecemos a Mario Silva quien - al afirmar que se trata de un montaje hecho con “material de 9 años la Hojilla y de un programa de radio”- ha confirmado que se trata de su voz. Eso hace más fácil probar la autenticidad del material.

En segundo término, vamos a referirnos a la extensión del material. Estamos hablando de un poco más de una hora de duración. Utilizando los valores promedio de la industria, podemos afirmar que para poder conseguir un audio con la fluidez que se aprecia en esta grabación, harían falta seleccionar no menos de 100 horas originales de material grabado, en los cuales habría que identificar los segmentos que se pueden utilizar. Para esto habría primero que invertir varios cientos de horas/hombre en escuchar y transcribir las tomas brutas de audio de las que poder extraer el contenido necesario y hacer esta grabación factible, esto sin mencionar la titánica labor de escribir un guión tan articulado y coherente basado en el material escuchado.

Como referencia, un buen sonidista con mucha experiencia puede pasarse una tarde entera editando una frase para una película, a partir de varias grabaciones de la misma frase que han sido hechas ex profeso y en condiciones controladas. Esto es así debido a que una frase grabada dos veces en momentos distintos, aún por el mismo actor, resulta en tomas que no son idénticas debido a las inflexiones y pequeños gestos que usamos al hablar. Hacer que la composición final suene con naturalidad es un trabajo laborioso y muy especializado.

Haciendo la extrapolación, concluimos que para poder hacer un montaje de la extensión y la calidad requerida por la tesis de Mario Silva, harían falta varios meses – quizás años- de trabajo continuo por parte de un pequeño grupo de experimentados ingenieros de sonido. Pero dadas las referencias a hechos recientes – como la inclusión de artistas en la campaña de Maduro- esta opción está negada. La alternativa es entonces tener a un enorme ejército de ingenieros de sonido, todos de alto nivel y especializados en edición de diálogos trabajando en paralelo con escritores profesionales, con una coordinación técnica y – sobre todo- de contenidos realmente impresionantes, dedicados 100% a fabricar este “montaje” en tiempo récord.

Pero aun aceptando este increíble escenario en el que cientos de agentes de la CIA o del Mossad - por demás expertos en sonido- fueran temporalmente removidos de sus poco importantes asignaciones en Afganistán, Pakistán, Siria o el Medio Oriente para dedicarse a la importantísima labor de dañar la imagen del gobierno Bolivariano, estos terroristas del sonido se enfrentarían a otro problema: cómo lograr –a la perfección- la homogeneidad de los planos sonoros que se observa en el material mostrado, observada de inmediato por todos los ingenieros que consulté.

Me explico: durante todo el material los planos sonoros corresponden a unas condiciones específicas de grabación. Estas son las de un micrófono ubicado a unos 3-5 metros de Silva Dicho micrófono está posado sobre una superficie que puede ser un escritorio o una mesa ya que cuando colocan objetos en esta superficie se aprecia la transmisión mecánica del audio y no aérea. Dicho de una manera más simple se escuchan los golpes de la mesa con mucha cercanía o volumen lo que indica que el micrófono está o bien posado o bien pegado de alguna forma a esta superficie.

Para que exista este nivel de consistencia en los planos sonoros (o mejor dicho, en el único plano sonoro que existe en la grabación), la TOTALIDAD del material bruto tendría que haber sido grabado en EXACTAMENTE las mismas condiciones. Esto es virtualmente IMPOSIBLE, incluso en un estudio de televisión ya que – como todo el que ha trabajado en TV sabe muy bien- los estudios sufren constantes cambios en su mobiliario, temperatura, humedad, la orientación del set, etcétera. Eso sin mencionar los cambios en equipos que necesariamente habrían de ocurrir en los “9 años de la hojilla” Adicionalmente habría que resaltar que el material grabado en un estudio de radio o TV – como el de La Hojilla- difícilmente tendría unas características acústicas como las observadas en el material.

Pero hay aún más. En la grabación se aprecia una ventana abierta. Hay un sonido de grillos y/o pajaritos (¿Chávez, eres tú?) en el fondo de la grabación. Si la grabación hubiese sido realizada en el mismo sitio a lo largo de los años, tendrían que escucharse otros ruidos de fondo – lluvia, sapitos, niñitos llorando, un carro o autobús que pasa, etc-, pero esto no sucede. La conclusión es obvia: o todo fue grabado el mismo día o los grillos y los pajaritos son también agentes de la CIA involucrados en la conspiración.

Finalmente, la calidad del audio es muy peculiar y evidencia el uso de un reductor de ruido (quizás X-Noise o el Z-Noise de Waves). Este reductor fue aplicado con un umbral de reducción muy alto para favorecer la inteligibilidad en desmedro de la calidad. Esto es muy propio del trabajo forense de audio y resulta perfectamente coherente con nuestra presunción de que el audio fue obtenido de manera encubierta (al menos para uno de los participantes) por lo que el único micrófono que había en la grabación no estaba colocado en el sitio ideal.

En conclusión, y sin que quede lugar a dudas, el audio presentado es verdadero.
Lo más importante es que todos los personajes nombrados saben que es así. Mario Silva ha dicho que sale del aire por “motivos de salud” y la guerra a cuchillo entre las facciones del PSUV continúa….

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