DE CÓMO SE CUELAN EN LA FUNCIÓN PÚBLICA PARA COLOCARSE SIN OPOSICIONES Y GANADO MÁS QUE LOS QUE LAS TIENEN

1º.- DESPRESTIGIAR. Ponemos a parir a los funcionarios, para que la opinión pública esté en contra (requiere de una persistente campaña en los medios y frecuentes mensajes de que los funcionarios son unos gandules, toman cafelitos a deshoras, leen mucha prensa, se pasan la mañana con las piernas sobre la mesa, como suele dibujar Forges, etc.).

2º.- BLOQUEAR LA ENTRADA. No se convocan ni ofertas de empleo público ni promoción interna para cubrir vacantes.

3º.- URGIR UNA SOLUCIÓN. Alegamos que la “falta de efectivos” hace que la administración no pueda realizar sus funciones, y que deben suplirse de forma inmediata.

4º.- COLOCAR. Ya está. Ya podemos contratar a una empresa privada (a la que, con algo de suerte, buena mano, amabilidad, comprensión, un poco de tráfico de influencias, sonrisas frecuentes y comidas copiosas entre vinos de la elección del invitado, puede uno irse cuando deje el alto cargo, con la categoría de Conseguidor Público).

Esto no es ficción. Es algo que sucede muy frecuentemente y desde hace muchos años en la Administración. Seguramente desde siempre. Lo penoso es que ningún Gobierno le pone freno, porque después de todo es una puerta (tan ancha como falsa) para meter a gente y dar de comer a los empresarios amigos, siempre tan agradecidos.

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