Como ya he dicho, quiero pedir perdón públicamente y desde el arrepentimiento por el contenido en general de mi Twitter. Lo parezca o no, lo cierto es que a menudo no son más que los desvaríos de una niña frustrada y, a pesar de no desearos ningún mal a nadie, mis acciones, consciente o inconscientemente, iban encaminadas a malinfluenciar a otras personas.
Nunca había sido consciente de las consecuencias o las repercusiones de mis palabras, y he olvidado que esto no es una terapia de grupo, y hay chicas (y chicos) que no estaban enfermas y quizá por mi culpa, por mis comentarios nada disuasorios, ahora sí lo están. Me horroriza pensar que soy responsable de que alguien pueda estar en una cama de hospital negándose a comer, o que alguien pueda atentar contra su vida por culpa de algunos de mis comentarios más pesimistas. Me siento profundamente avergonzada de mis actos, y pido perdón con toda sinceridad a las chicas, chicos, novios, padres, madres, hermanos, hermanas y amigos/as que ahora están sufriendo por mi culpa, por culpa de mi inconsciencia, mi falta de filtro y mis palabras malévolas.
Pido perdón por cada Tweet que en vez de alejaros del peligro os incitaba a jugar con él, por cada vez que he dicho algo con tal ambigüedad que pudiera malinterpretarse como una invitación a maltrataros a vosotras mismas, ya sea hiriéndoos o no comiendo.
Desde este momento me retracto de todas esas barbaridades que he dicho, y me disculpo por ellas, pero si el mal que han causado es irreversible, la culpa me acompañará siempre.
Espero que aún esté a tiempo de arreglar lo que he hecho. Os recomiendo que si estáis en cualquier tipo de problema, ya sea una depresión, un trastorno alimenticio o cualquier otra cosa, no os limitéis a buscar consuelo en la red; hablad con una madre, un padre, una tía, un abuelo o una amiga. Cuando estéis en verdaderos problemas, serán ellos quienes os tiendan una mano, no la gente con la que habláis por el ordenador. Ellos no pueden hacer nada por vosotros, y yo tampoco. Sólo apoyaros, y a veces ni siquiera lo hacemos bien.
De nuevo me disculpo porque ahora me doy cuenta de adónde me han llevado mis ansias de protagonismo y liderazgo. Mi verdadera intención nunca ha sido que nadie más pasara por lo que yo y otros tantos hemos pasado, sólo pretendía expresar cómo me sentía. Nunca os desearía que sufrierais tanto para alcanzar una meta que NO VALE LA PENA. Se pierde demasiado en el camino. Os deseo que seáis muy felices y tratéis de llevar vuestra vida en dirección a algo constructivo y satisfactorio.

Reply · Report Post